¿Los depósitos en garantía son activo o pasivo? Lo que debes saber si eres propietario

Depósitos en garantía: ¿activo o pasivo? Descubre cómo se clasifican y protege tu renta con respaldo legal. Asegura tu patrimonio hoy.

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Cuando se firma un contrato de arrendamiento en México, uno de los elementos que suele generar dudas contables y legales es el depósito en garantía. Muchos propietarios se preguntan: ¿es un activo o un pasivo? La respuesta cambia dependiendo de quién lo registra y del contexto fiscal y contable.

Qué es un depósito en garantía

El depósito en garantía es una suma de dinero que el inquilino entrega al propietario al inicio del contrato como respaldo frente a posibles daños al inmueble o incumplimientos contractuales. Por lo general, equivale a uno o dos meses de renta.

Para el propietario: un pasivo

Desde el punto de vista contable, si eres propietario y recibes un depósito en garantía, este debe registrarse como un pasivo. Esto se debe a que se trata de un dinero que no te pertenece de forma definitiva: deberás devolverlo al inquilino al finalizar el contrato, siempre que el inmueble se entregue en buen estado y no haya adeudos pendientes.

Este pasivo suele clasificarse como pasivo a corto plazo, especialmente si el contrato de arrendamiento es menor a un año. Si el contrato es por plazos más largos, puede considerarse como pasivo a largo plazo, aunque lo más común en arrendamientos residenciales es el corto plazo.

Para el inquilino: un activo

Por el contrario, en la contabilidad del inquilino, el depósito en garantía representa un activo. Se clasifica como un derecho exigible, ya que existe la expectativa de recuperar ese dinero una vez que se cumplan los términos del contrato.

Este activo generalmente se cataloga como activo no corriente, pues el inquilino no podrá disponer de él en el corto plazo.

Aspectos fiscales relevantes

Si bien los depósitos en garantía no se consideran ingresos acumulables para el propietario mientras no se conviertan en definitivos (por ejemplo, al usarse para cubrir daños o adeudos), es importante documentarlos adecuadamente en el contrato y emitir el recibo correspondiente.

Además, conviene tener un respaldo legal que deje claro el destino del depósito en caso de incumplimientos o controversias. Aquí es donde contar con un contrato bien estructurado y servicios de protección jurídica puede marcar la diferencia.

Recomendación: protege tu renta de forma inteligente

Muchos propietarios en México enfrentan situaciones complejas cuando un inquilino no paga o entrega el inmueble dañado. Aunque el depósito sirve como respaldo, a veces no es suficiente para cubrir los costos ni garantiza una resolución rápida.

Por eso, además de registrar correctamente los depósitos, cada vez más propietarios optan por servicios de protección de renta que garantizan el pago mensual y ofrecen asesoría legal desde el inicio del contrato.

Existen empresas en el mercado mexicano como Hofix que permiten firmar todo el proceso de arrendamiento de forma digital, realizar investigaciones de inquilinos y cubrir hasta 12 meses de renta en caso de incumplimiento. Contar con este tipo de respaldo permite administrar tus propiedades con mayor tranquilidad y profesionalismo.

Conclusión

En México, los depósitos en garantía son un pasivo para el propietario y un activo para el inquilino. Más allá de su clasificación contable, su correcta documentación y gestión legal es clave para prevenir conflictos.

Si buscas asegurar el pago de tu renta y evitar complicaciones, considera integrar herramientas profesionales que respalden cada etapa del proceso de arrendamiento. Hoy existen soluciones confiables que hacen la diferencia entre una experiencia rentable y una llena de riesgos innecesarios.